domingo, 27 de julio de 2008

Domingo nuevamente y mi cabeza en blanco.
Me sorprende haber descubierto en mí la capacidad de no pensar en absolutamente nada, pero la forma más literal en que pueda expresarse la nada misma. Es tan solo una cuestión de concentrarme en un punto y de pronto todo se sucede sin que mi conciencia esté al tanto de ello.

1 comentario:

Anónimo dijo...

los filosofos orientales decian ke la mente en blanco era el primer paso hacia la sabiduria universal